
Soy el genial profesor Wolfgang von Dreckenberg. He construido un androide que es la réplica exacta del gran escritor Philip Dick. He comprobado minuciosamente sus atributos, características y peculiaridades y no he fallado en nada. Y lo más importante, ha vuelto a escribir. Lean el comienzo de su nueva novela:
“La joven se arroja a los brazos del hombre maduro que aguarda junto a la escalera.
"—¡Michael! ¡Por fin seré tuya!
"El hombre la aparta y la mira a los ojos.
"—Imposible, Rosalyn, lo nuestro no puede ser.
"—¿Por qué me dices algo tan hiriente, Michael? —inquiere Rosalyn con los ojos arrasados por las lágrimas.
"—Porque yo soy tu padre —dice Michael con frialdad”.
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