
MÁQUINA
Héctor Ranea
Declaro bajo juramento que el señor Wells dejó su máquina intacta en el apartamento que me renta en East London. También declaro que nadie entró a sus aposentos en los últimos dos años pues nadie más que yo poseía el código secreto para hacerlo. Por lo tanto, sólo me queda conjeturar que el huevo de dinosaurio que hizo eclosión en tal lugar, tiene que ver con las artes ocultas que este señor, en violación a nuestros acuerdos previos, practicaba por esos años. ¿O sigue haciéndolo, válgame el cielo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, tratá de que tu comentario sea sobre esta entrada. Asuntos personales (buenos y malos) que tengas con el/la autor/a del texto y/o los miembros de este blog por favor resolvelos por otros canales ya que este no es el adecuado.
Gracias.