
PÁGINA EN ROSA
José Vicente Ortuño
Sintió vértigo ante el abismo cegador de la página en rosa.
¿Quién le mandaba comprar ese puñetero papel tan cursi? Pero no podía culpar a nadie, había sido él mismo quien pensó que cambiar el color de sus folios podría inspirarle nuevas historias. Pero en la papelería sólo tenían papel rosa —seguro que porque nadie lo compraba—. Sin embargo, el cambio no le había servido de nada, porque el terror a la página en blanco se había convertido en la angustia a la página en rosa.
José Vicente Ortuño
Sintió vértigo ante el abismo cegador de la página en rosa.
¿Quién le mandaba comprar ese puñetero papel tan cursi? Pero no podía culpar a nadie, había sido él mismo quien pensó que cambiar el color de sus folios podría inspirarle nuevas historias. Pero en la papelería sólo tenían papel rosa —seguro que porque nadie lo compraba—. Sin embargo, el cambio no le había servido de nada, porque el terror a la página en blanco se había convertido en la angustia a la página en rosa.
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