
BASURA
Luis Solepow
Había una vieja barriendo el patio. Lo que barría estaba formado por una mezcla del polvo que traía el viento, cápsulas de fármacos, hojas de roble y las hojas mecanografiadas de un manuscrito. Levanté una hoja al azar y traté de leer, pero era la hoja equivocada.
—Cualquiera se puede equivocar —dijo la hoja.
—Especialmente cuando uno no es quien todos creen que es —respondí, tratando de seguirle el juego. No sé por qué, en ese momento me acordé de un viejo amigo que había muerto y me puse a llorar. La hoja comprendió y acompañó mi sentimiento; nos abrazamos.
—Escriba algo sobre mí, cualquier cosa —pidió la hoja apretando mi mano hasta que el dolor se hizo insoportable— y seré lo que siempre ansié ser.
—¿Por qué no?
Esta hoja tiene filo, escribí. No era gran cosa, pero la hoja fue feliz.
Ilustración: Salvador Dalí
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