
CORREO DIGITAL
Mónica Sánchez Escuer
Ella esperaba la carta, pero recibió sólo el timbre postal con las orillas chamuscadas y su correspondiente sello de tinta en cuyas letras apenas se distinguía el lugar y la fecha de envío: París, Mercurio, 26 de octubre del año 2221. El cartero, entregándole una cajita, le explicó que le traía, como servicio especial, el dedo que cubría el timbre y sostenía la carta justo en el momento en que una ráfaga de fuego, tan común por esos lares, arrasó con la oficina de correos.
¡Qué loco!
ResponderEliminarGenial. Una historia increíblemente relampaguera. Besos.
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