OTROS CAMINOS
Héctor Ranea
No todos los caminos por el Lanín son los que están, dijo el cacique Kurüuinka, según consta en el libro de Bertha. Había varios al Sur y al Norte y por el pie del monte, un volcán apagado, en el Muy Sur. De ahí pasaban a Chile, dicen, a dar misa los curas grises como tábanos patiru. Estaban el arroyo turbio y el claro. Ésos pasaban por la isla de los muertos de donde sólo ellos vuelven. Por eso, para andar esos caminos se necesita nadar protegidos, para no morirse. Se sabe de mi bisabuelo, sigue Kurüuinka, que algunos mascaban una hierba para ir y para volver y así lo tengo que decir. La hierba natrüng. Y que nadie se ría. El que habla, habló.
NOTA: Esto es una reducción libre de un relato que – aparentemente – el lonko Abel Kurüuinka contó a Bertha Kössler – Ilg tal como figura en un libro “Tradiciones Araucanas” que tengo el privilegio de poseer. La versión original es extremadamente bella y compleja desde todo punto de vista. En esta miniatura quise hacer una especie de homenaje a la literatura oral de las naciones originarias.
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