
SOMBRAS
Ricardo Bernal
I
El guerrero se pierde en un bosque de lluvia: sus pasos recorren senderos invisibles, entre árboles de piedra y piedras de luna.
II
El guerrero llega a la cima del montículo, la lluvia arrecia, se convierte en espadas de agua glacial y gritos sin eco. Arriba: un cielo morado donde danzan esqueléticos relámpagos; abajo: el guerrero inmóvil sosteniendo su catana, la arcaica cuerda que ata al cielo para que no huya.
III
Lentamente llegan las sombras, se colocan a prudente distancia, miran sin ojos, escuchan sin oídos; en silencio, las fieras del aire y las fieras de la tierra aguardan el desenlace.
IV
Pero no hay batalla… ninguna sangre beberá la tierra, ninguna sombra volará hacia el cielo: todo se congela en un instante perpetuo. Conforme se adelgaza la lluvia, el guerrero se convierte en sombra. Allá lejos, el amanecer avanza con pasos de tortuga.
EXTRAORDINARIO, RICARDO.
ResponderEliminarCoincido con mi tocaya, extraordinario y bello.
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