
Vea: todo es más que una simple cuestión limítrofe. Se trata de cultura, de idiosincracia, de nuestro ser nacional. Y no puede usted quejarse, señor vecino. No nos erigimos en legítimos poseedores de todo lo que, vilmente, reclamaban como vuestro. Por ahora algo de lo que ustedes pretendían como país les dejaremos ¿O no decían, acaso, que la plataforma submarina también les pertenecía?
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