
CUENTO CORTO QUE TE CUENTO
Ananda C. Ruiz Padilla
Estaba en un pasillo, lleno, entre un tumulto de gente solo escuchaba tu voz y veía tu silueta, sabía que eras tú, me tenías agarrada de la mano. El ambiente era brumoso la neblina no nos dejaba; obedecía tus instrucciones de por donde ir. Al seguir tus pasos sentí desprenderme de tu mano, entonces me vi sola y comencé a llorar. Las lágrimas caían por mis mejillas, mis ojos, mi nariz y mi boca, y al caer yacían enterrados.
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