Observas. No preguntas. Te vuelves amable y servil. Prefieres ignorar las evidencias. Mantienes la razón virgen y la arrogancia intacta. Encontraste la fórmula perfecta para negar la infidelidad.
Por favor, tratá de que tu comentario sea sobre esta entrada. Asuntos personales (buenos y malos) que tengas con el/la autor/a del texto y/o los miembros de este blog por favor resolvelos por otros canales ya que este no es el adecuado. Gracias.
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