
CASANDRA
Lilian Elphick
Apolo escupirá en mi boca. Troya será destruida. Áyax me violará. Nadie creerá en mí.
Una mujer de nombre Christa, siglos después de mi muerte, escribirá: “¿Por qué quise, por encima de todo, el don de profecía? Hablar con mi propia voz… pero, ¿a quién?”
Ahora, cuando ya no tengo ojos, sé que la vida es la única inocente.
Una mujer de nombre Christa, siglos después de mi muerte, escribirá: “¿Por qué quise, por encima de todo, el don de profecía? Hablar con mi propia voz… pero, ¿a quién?”
Ahora, cuando ya no tengo ojos, sé que la vida es la única inocente.
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