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lunes, 25 de mayo de 2009

El propósito de la luna 9 - Tom Robbins


Vincent van Gogh se cortó la oreja. Quería mandársela a Marilyn Monroe, pero no sabía cómo hacerlo.
No podía permitirse el mandarla personalmente. No tenían amigos en común. Y si se la mandaba él al estudio de filmación, una mujer fornida en un traje de tweed seguramente la tiraría a la basura.
¿Correría el riesgo de confiársela a Railway Express? ¿A United Parcel Service? ¿A Brink's?
La oreja de Vincent van Gogh era su amor. Incapaz de enviarla a través de canales normales, fue al campo de trigo y la mandó por cuervo.

4 comentarios:

  1. Una delicia los cuentos de Robbins y un lujo para nuestros blogs...

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  2. ¿Una delicia?
    No era para comer la oreja, Sergio.

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  3. E, se o corvo se chamasse Sergio?
    É mesmo uma boa história mas creio que o corvo a entregou a Gauguin!

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