Querida Circe: A pesar de tus recomendaciones no me hice amarrar al mástil cosa de la que nunca habré de arrepentirme. No imaginas lo maravilloso que es compartir, día a día, la misteriosa y sorprendente cotidianeidad de una sirena.
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"Compartir la cotidianeidad de una sirena".
ResponderEliminarExcelente. Me ha gustado mucho.
Saludos.
Rafa.
Eso, eso, que nadie se ate ni permita ser atado.
ResponderEliminarMuy bonito cuento
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