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sábado, 26 de septiembre de 2009

Espejos impiadosos - Rafael Vázquez


Nos asomamos al cristal azogado cada día y no sabemos con qué vamos a encontrarnos al otro lado, a quién en nuestro lugar. Culpamos al tipo de luz, a los reflejos, a la suciedad que se agarra al vidrio, salimos a la calle con la excusa preparada de que el responsable de las canas, de las arrugas, de los surcos en el rostro, no fue otro sino el estado del espejo esa mañana.

4 comentarios:

  1. totalmente cierto! El tiempo no pasa sino para arruinar los espejos!

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  2. Culpamos a medio mundo, menos a quien se debe culpar. Gracias me agradó mucho leer este cuento... ¿reflejo?

    Carmen Ruggero

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