Páginas

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Gozando la desgracia ajena – Sergio Gaut vel Hartman



—¡Mucho gusto! —dijo la mujer—. Encantada de conocerlo.
—Yo no, en absoluto —respondió el—. Es más, nada me daría más satisfacción que verla morirse ya mismo.
—¡Qué tipo sádico, despiadado y grosero! —se espantó ella—. Lo que me acaba de decir no tiene nombre.
—Si tiene, señora —replicó él—: se llama schadenfreude, una bella palabra alemana que nadie se atreve a traducir al castellano.

1 comentario:

  1. Supongo que el término es de origen alemán. ¿Tan mala sangre tiene esa gente para que crearan un término que defina esa actitud? Sobresaliente idea Sergio. Me gustó mucho.

    ResponderEliminar

Por favor, tratá de que tu comentario sea sobre esta entrada. Asuntos personales (buenos y malos) que tengas con el/la autor/a del texto y/o los miembros de este blog por favor resolvelos por otros canales ya que este no es el adecuado.
Gracias.