
Un hombre.
Un hombre con sombrero sentado en una banca del parque.
Un reloj inmóvil, un recuerdo y un dolor profundo.
Unos labios.
Un domingo al amanecer.
Una cerradura abierta, un olor extraño.
Un portazo y gritos.
Un secreto a voces.
Una persecución por las escaleras.
Un abismo y un instante.
Una decisión.
Un día de lluvia.
Un funeral.
Un hombre, una banca, un parque, una vida rota.
El hombre se va. Esta fue su historia.
Tomado de: http://deesquinasyrincones.blogspot.com/
Eso fue una secuencia hermosa y triste, como las de las películas de Wim Wenders. Me encantó.
ResponderEliminarA mí también... es el más inteligente de la serie de cinco que leí.
ResponderEliminaresto sale bien con el concierto para piano nro. 1 de Philip Glass...
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