
―Me estoy transformando, ¿no ve?
―No se pase de listo, claro que lo veo. Es una pregunta retórica.
―¿Cuál es el problema entonces, oficial?
―¿Es usted ciego? ¿no ve ese cartel? Prohibido transformaciones.
―Disculpe, no lo había visto. Se confunde con el prohibido pisar el césped, prohibido bañar animales, prohibido arrojar basura. Cansa un poco, más si es alguien como yo que no le gusta leer; algunos carteles tienen simpáticos dibujos, quizá así les prestaría más atención.
―Ya no estamos en la Edad Media Señor. Ahí tiene un probador. Y por cierto, llévese la ropa una vez transformado, siempre quedan y despiden olor a perro mojado.
Tomado de Apología de los Miedos
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