
La Buenos Aires del siglo 22 y sus contrastes de siempre: “New Baires” flotando brillante y ostentosa, empleados extranjeros llenos de dinero, drogas y ciberinplantes; el resto de la población cartonea como puede más abajo. Un hombre barbudo, de sabia mirada y viejas ropas mira a lo alto sonriendo irónicamente. Muchos se soprenderían si supieran que tiene casi trescientos años…
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