Se asomó a la ventana decidido a suicidarse. Pero lo que vio fue tan esclarecedor que cambió de opinión: en la ventana alguien había escrito un puñado de palabras. Se estremeció al leerlas. “El escritor se asomó a la ventana decidido a suicidarse pero lo que vio no le permitió hacerlo. Alguien había escrito un puñado de palabras estremecedoras en el vidrio. A nadie se culpe por mi suicidio. Soy plenamente consciente de que si alguien hubiera encontrado el puñado de palabras a las que hago referencia, también habría tomado la decisión de asomarse a la ventana y arrojarse al vacío”.
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martes, 6 de julio de 2010
Vacío perfecto – Sergio Gaut vel Hartman
Se asomó a la ventana decidido a suicidarse. Pero lo que vio fue tan esclarecedor que cambió de opinión: en la ventana alguien había escrito un puñado de palabras. Se estremeció al leerlas. “El escritor se asomó a la ventana decidido a suicidarse pero lo que vio no le permitió hacerlo. Alguien había escrito un puñado de palabras estremecedoras en el vidrio. A nadie se culpe por mi suicidio. Soy plenamente consciente de que si alguien hubiera encontrado el puñado de palabras a las que hago referencia, también habría tomado la decisión de asomarse a la ventana y arrojarse al vacío”.

Se asomó al cuento intentando detener al suicida con un comentario pero se encontró con un comentario que lo prevenía de asomarse a comentar so pena de ser sentado en la ventana del suicida.
ResponderEliminarComento nomás y me voy a la ventana...