
Yo estaba fervientemente enamorado de ella. Era tan perfecta, que hasta tenía defectos —los mínimos, justos y necesarios—. Pero al fin y al cabo, lo nuestro no pudo ser. ¿Porqué, me pregunto, mi amor por ella tenía que ser correspondido?
Sobre el autor: Daniel Frini
ho¿Ironía de las buenas o verdad irrefutable?
ResponderEliminarChi lo sá, Patricia. Queda abierta la votación.
ResponderEliminar