
Una vez encontré un montón de universos paralelos en el interior de una caja de cerillas. Toda vez que encendía un fósforo, vislumbraba a través de su llama espuria, débil y breve, un tipo distinto de realidad alternativa. Me vi junto a un yate, junto a un carrito de supermercado, con todas mis pertenencias a cuestas, junto a un obús, ocupado en verificar la espoleta, junto a una pancarta por la paz. Me vi mujer, jardinero en Roma, penitente en Santiago, loco en Estambul. Me vi a mi mismo encendiendo un fósforo. Una vez encontré un montón de universos paralelos en el interior de una caja de cerillas…
Magnífico. Sólo le quitaría los puntos suspensivos finales. Es maravilloso este relato de David.
ResponderEliminarFelicitaciones
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