—Lo siento señor, caballos no habemos, pero a falta de ellos, buenos serán pelícanos. Si os ajustáis bien la armadura, las aves os llevarán en vuelo de aquí.
Y así lo hizo el rey Ricardo, pero al reparar que en el viaje había perdido su corona y con ella su reino, decidió darse por muerto e indicó a los pelícanos el rumbo a las Bermudas. Desde allí, mas descansado, citaría a Willy para hacer algunos arreglos en la obra.
Tomado de: http://sanchezclaudiabe.blogspot.com/
Buenísimo, Clau! Ricardo se daría por muerto pero no vencido.
ResponderEliminarFelicitaciones por este blog, Sergio.
Besos desde Mendoza.