El reflejo color rijoso del amanizca me dio espiricla. Nada bueno podría pasar después que los terrosos enfugitarán delante de mis conductos verdidosos. Como diría una de esos sujetos, estoy jodipo. Si no atrapo al menos al Raneval, por suerte la esuija de la exgeta conservaba el ADN. Para salvar mi mucosa entroloventral tengo una sola opción, el engaño. Clono al terroso y lo hago pasar como si fuera un original. Bueno no me queda otra. A preparar el gelificóstricolador y transferir el ADN.
Sobre el autor: Carlos Feinstein
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, tratá de que tu comentario sea sobre esta entrada. Asuntos personales (buenos y malos) que tengas con el/la autor/a del texto y/o los miembros de este blog por favor resolvelos por otros canales ya que este no es el adecuado.
Gracias.