Páginas

sábado, 16 de abril de 2011

Sin zorra ni uvas – Sergio Gaut vel Hartman


Torpe y desmañado, el zombie se tambaleaba por las calles de la ciudad en ruinas. A lo lejos, los sobrevivientes de la catástrofe que había matado a millones y devuelto la vida a unos pocos, ponían distancia para no ser alcanzados por el monstruo. En realidad no había peligro para los humanos vivos, actores jóvenes y bien entrenados en películas de Mel Gibson y Bruce Willis; el zombie, en cambio, era un anciano rescatado del geriátrico por un productor ahorrativo. Tampoco había guionista, gracias a lo cual la acción quedaba librada al pobre oficio de un escritor novato y a la bendita improvisación. Por eso, casi nadie se sorprendió cuando el zombie, extendiendo la mano, dijo con absoluta naturalidad:
—No vale la pena perseguirlos; estos humanos, llenos de siliconas y anabólicos, deben ser incomibles. Definitivamente, no son un plato apropiado para alguien con tan buen paladar como yo.

Sobre el autor: Sergio Gaut vel Hartman

1 comentario:

  1. La sili-coña debe ser de lo más indigesto... Qué mundo éste, en el que ya no queda nada auténtico.

    ResponderEliminar

Por favor, tratá de que tu comentario sea sobre esta entrada. Asuntos personales (buenos y malos) que tengas con el/la autor/a del texto y/o los miembros de este blog por favor resolvelos por otros canales ya que este no es el adecuado.
Gracias.