Ahora que el planeta se extingue con rapidez, que la humanidad lo ha destruido, Prometeo observa con aflicción. Ah, si no le hubiera dado el fuego a los hombres, jamás hubieran llegado tan lejos en sus afanes destructivos… Pero de nuevo el castigo de Zeus llega hasta él y espantosos buitres le comen las entrañas. De nada le sirvió la hazaña.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, tratá de que tu comentario sea sobre esta entrada. Asuntos personales (buenos y malos) que tengas con el/la autor/a del texto y/o los miembros de este blog por favor resolvelos por otros canales ya que este no es el adecuado.
Gracias.