De niño me decían que era un cero a la izquierda. Con ese lastre viví hasta que me di cuenta que yo no era un cero cualquiera. Era un cero binario, un bit. Un día encontré a mi uno, y formamos pareja. Ahora somos felices: con nuestra prole y sus descendientes, hemos llegado a convertirnos en una megafamilia.
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