—¡Chofer! ¡Ya está repleto! ¡No caben más! ¡Oiga! Si no se baja nadie no levante más pasajeros.
¿Me hará caso? Espero que sí o terminaremos en el fondo del precipicio sin sobrevivientes.
Recuerdo cuando éramos unos cuantos y estábamos tan dispersos que ni sabíamos unos de los otros. ¡Cómo nos sorprendíamos cuando nos encontrábamos! ¿Cómo fue que acabamos como sardinas en lata?
Va siendo hora de empezar a eliminar algunos ¿no le parece, chofer? Terminemos con tanta vacuna preventiva, armémonos hasta los dientes y juguemos a la guerra sin eufemismos. ¡Basta de procrear, che! ¡Que la chusma pare de crecer! Quiero andar cómodo, estirar las piernas, comer como dios manda.
Si no puede ser, prefiero bajar. ¿Quién quiere viajar como cualquier hijo de vecino esperando que alguien descienda para poder sentarse?
—Abra, chofer. Acá termina mi travesía.
Sobre el autor:
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, tratá de que tu comentario sea sobre esta entrada. Asuntos personales (buenos y malos) que tengas con el/la autor/a del texto y/o los miembros de este blog por favor resolvelos por otros canales ya que este no es el adecuado.
Gracias.