Quitamos el IRPF y las contingencias comunes. Me pediste cobrar las extraordinarias a parte, así que quitamos el prorrateo. Quitamos las estructurales y las no estructurales. Quitamos el desempleo y la formación. Quitamos las deducciones de horas extraordinarias y otras deducciones a voluntad. Y, ¿ves? ¡Qué suerte! ¡Otra nómina a cero! No te sale a cobrar, pero tampoco a devolver.
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