Hoy como todos los días voy esperanzado hacia la hora de dormir. Hoy como todos los días fueron pocas las emociones. Cuando vivir era intenso dormía con facilidad. Perdía el tiempo. Ahora que vivir es un lento arrastrar de recuerdos ansío dormir y si lo logro el más leve ruido me despierta. Sólo en sueños te apareces, aunque cada vez más borrosa tu imagen y más turbia tu voz.
Se acerca la chica que se ocupa de mí, empuja la silla hasta la habitación, me desviste, me pone el pijama, me acomoda en la cama, sólo deja una luz tenue y se va. Entonces sí. Por un momento soy feliz caminando manso hacia tu paraíso.
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