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sábado, 31 de marzo de 2012

Condominio - José Manuel Ortiz Soto


Me despertó el escándalo en el piso de arriba. “Mi nieta duerme; además, no creo que sean horas apropiadas…”, protesté. “No volverá a pasar”, se deshizo en disculpas mi vecino, un hombrecito oscuro y solitario. Nada que ver con el tipo cruel y despiadado que, dirán después los diarios, enterraba a sus víctimas en la sala de su apartamento”.

4 comentarios:

  1. Gracias, Javier. De esos de bajo perfir es de los que debemos cuidarnos.

    Un abrazo.

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  2. José, aprovecho este lugar para invitarte a visitar Ráfagas y Parpadeos. Como no te tengo como contacto por ningún lado, no pude avisarte de una nueva publicación, en la que hay varias ráfagas tuyas. Excelentes, por cierto.
    Un abrazo.

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  3. Gracias, Javier. Me doy otra vuelta.

    Saludos.

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