El murmullo del viento y el estruendo de los truenos se intensifican con rapidez. La fuerza del oleaje provoca que la embarcación comience a inclinarse como un barco de papel a la deriva. De repente, me invade un miedo atroz a naufragar en esta noche agitada. La tormenta se hace tan intensa que apenas puedo ya mantener el equilibrio. No me queda otra opción. Desesperado y derrotado, me precipito por la borda. Desde el fondo, alzo la vista y compruebo cómo mi mujer zarandea las sábanas mientras sigue gritándome enfurecida que vuelva a la cama. No me atrevo aún.
Tomado de
microSeñales de Humo
Acerca del autor:
David Moreno
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