Una tarde de invierno, un mendigo espera la caridad de la gente. Algunos, al pasar a su lado, le miran con pena, otros ni se dan cuenta de su presencia, absortos en sus asuntos.
La misma tarde, un ejecutivo, se detiene frente al mendigo. Apoya en el suelo su maletín y extrae un billete de su cartera.
—“Para que se vaya a comer un bocadillo en el bar de la esquina”. Y, abrochándose los botones de la gabardina, se arrodilla, sosteniendo la cajita de monedas.
Sobre el autor: David Moreno
Tomado de No Comments
Micro seleccionado en el I Concurso de Microrrelatos "Pepe Ortuño" 2011
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