Cae granizo sobre el asfalto. Cambia el semáforo de rojo a amarillo.
Miro pasar la calle al son de los truenos a mi Eva, como diría Sabina.
Abro mi paraguas. Pienso ofrecérselo para que deje de empaparse.
Tambaleo en mis pensamientos. Cae mi Giraluna, como diría Aute. Cambio a
parecer al ver al zoquete de Cubero ayudar a mi muchacha ojos de papel,
como diría Spinetta. Arrojo mi paraguas contra el suelo. Besa el
imbécil de Cubero a la Matilde mi cielo, Matilde mi estrella, como diría
Pedro Guerra. Muero lento. Nace un cuento.
Tomado del blog: Los Cuentitos
Sobre el autor: Esteban Dublín
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