No es casualidad que su nombre provenga del dios de la guerra. El martes es día de armas airadas, el día en que las enemistades brotan, y en que las amistades mueren. Si uno es herido en martes con un cuchillo, es más difícil sanar, y la sangre derramada demanda de otras sangres y otras heridas. Si los jefes de estado se llaman ese día, se liará seguro. En algunas ciudades, si dos hombres se pelean siendo martes, nadie debe estorbarles: les rodearán y animarán gritando a su favorito, y dejarán que la fuerza y el coraje decidan el final.
Tomado de: Cien Palabras
Acerca del autor: Jordi Cebrián
Foto: Héctor Ranea
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