
Mientras el mundo me observa, yo alinéo a mis hordas frente a él; una lucha constante, de poder a poder, entre el planeta que nos vio nacer, pero que nos deshechó, que nos apartó de su vera considerándonos no aptos para sus planes futuros. Pero sobrevivimos al vacío estelar, al frío de las galaxias, al viento entre los mundos, y a un Universo que nos dio la espalda. Y nos fuimos reuniendo, y trazando nuestros planes de venganza contra nuestro mundo natal, contra el Imperio forjado sobre la crueldad y la falta de sentimientos; contra un Universo que fue capaz de mirar con indiferencia nuestros sufrimientos y nuestra agonia, pero que no consiguió detectar nuestra determinación, nuestra Fuerza Interior, nuestra lucha por la supervivencia, y nuestra extrema ansia de venganza.
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