¡BARBERO!
Wilson Gorj
Ignoraba que su amante estaba casada con un barbero. Por una ironía del destino, un día fue afeitarse, justamente, al salón del marido traicionado. Pero el destino no es sólo irónico, a veces, también es cruel. Al corriente de todo, el barbero lavó su honra con la mejor navaja.
Foto: Vista de Valencia
1 comentario:
Que bom encontrar Wilson Gorj neste site tão especial para os minicontos!
Parabéns aos dois: Sérgio G. Vel Hartman e Wilson!
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