domingo, 20 de septiembre de 2009

La visita - Alejandro Ramírez Giraldo


La cigüeña entró por la ventana y se disponía a dejar el bebé sobre la cama cuando la sorprendimos. La invitamos a cenar como un gesto de agradecimiento y luego mi esposo le ofreció una copa de vino. Después pasaron a ron y luego a whiskey. A la hora de partir, ebria e incapaz de caminar, tuvo que volar casi inconsciente hasta la puerta. Allí le pusimos nuevamente el bebé en su largo pico y dejamos que se marchara.

No habíamos pedido una niña.

Tomado de http://cuentominicuento.blogspot.com/

Imagen: Woman de Marcial Farfán

Sobre el autor: Alejandro Ramírez Giraldo

3 comentarios:

Florieclipse dijo...

Y desde entonces la cigüeña adquirió el hábito de equivocar el sexo del bebé para que le invitaran los tragos.

Nanim Rekacz dijo...

No me había imaginado semejante final...

Esteban Dublín dijo...

Este cuento está muy chévere. Me sacó una sonrisa.