miércoles, 30 de septiembre de 2009

Sansón y Dalila (Jueces 16, 4) - Antonio Cruz


Para AE


Cuando la conoció, descubrió el amor y creyó que había tocado el cielo con las manos. Nunca imaginó que sería su ruina.
Si hubiese hecho caso a las advertencias se hubiese ahorrado muchos sufrimientos pero fue imposible. Cuando el amor invade las almas y se adueña de los corazones, no hay hombre alguno que actúe con prudencia o varón que pueda revelarse sabio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es así nomás, tira más que una yunta de bueyes.