miércoles, 23 de marzo de 2011

Buena puntería - Luisa Hurtado González


El primero en caer fue el conejo azul. Unos segundos después, la víctima era el pato. Más tarde, vi caer con horror al cerdo, mi compañero y amigo. El siguiente era yo.
Aterrorizado busqué al culpable de la masacre: estaba sólo a un par de metros y sonreía.
Oí el disparo que tenía mi nombre pero… permanecí en el sitio. ¡El asesino había fallado!
Cuando el mecanismo que me mueve me devolvió a la calle, lo vi por última vez en mi vida. Llevaba en los brazos uno de los premios que se entregan a aquellos que tienen buena puntería. Llevaba en los brazos a la muñeca Chochona, mi novia.

Tomado del blog Microrrelatos al por mayor
http://microrrelatosalpormayor.blogspot.com/

1 comentario:

Anónimo dijo...

Fabuloso, del drama al humor en un solo salto.