martes, 15 de marzo de 2011

Humanidad - Claudia Sánchez


Podía sentir el mundo verdadero tras la verja. La otra dimensión cobraba vida en la punta de sus dedos. A través del roce de la lengua de una mariposa, descubrió que allí había más colores, olores y sabores de los que le fue permitido conocer. Había mucho más. Y la vibración del agua al soplar el viento, le susurraba esa verdad tan estremecedoramente, que le hacía desabrocharse el cuello de su blusa. No lo dudó más. Su pensamiento miró profundamente a los ojos de obsidiana rogándoles que cumplieran su sueño.
Y así fue como encontraron a Evelyn una noche de luna, agarrada a la verja del estanque que separaba su casa del camino, las ropas deshechas y en el rostro, el mismo gesto de felicidad del idiota del bosque.

Claudia Sánchez

5 comentarios:

montse dijo...

Inquietante.

El Titán dijo...

Muy bueno Claudia!

Claudia Sánchez dijo...

Gracias chicos!
Saludos!

Anónimo dijo...

¡Qué narrativa mijita!!!!! hacés con nosotros lo que querés.

Sucede dijo...

muy bueno Claudia!
me ha gustado mucho!
Saludos!!!