
Putas ancestrales esperaban a la vera del desolado camino, a que se inventaran los camiones.
El conductor avanzaba con su flamante carruaje gozando de la humilde notoriedad del adelantado; de la sensualidad que le había dado su condición de pionero. Ignoraba que le esperaba una curiosa suerte. Sería el primer asaltado por las amazonas de las rutas y el engañoso amor pagado.
Sobre el autor: Juan J. Catalano
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