martes, 20 de octubre de 2009

Homicidio doméstico - Saturnino Rodríguez Riverón


Viviré sólo para sentir cómo mueres entre mis manos.

Y el asesino lo apretaba, quería comprimirlo, sacarle hasta el último aliento. Pero nunca lograba estrangularlo completamente. Una y otra vez, el acordeón testarudo recuperaba su antigua forma para desesperación del músico.

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