lunes, 12 de octubre de 2009

Pecado (Gen 3, 1) - Antonio Cruz

(Para Eduardo Belloccio y Eduardo Pin)

Para tapar su soledad vino la mujer, pero él no sospechaba que detrás de ella se agazapaba una serpiente. Le ofreció su corazón y al instante pudo comerse, sin pudores, su manzana. Cuando ocurrió el pecado ya nada fue lo mismo... Sobrevino el castigo con forma de destierro. Curiosamente, a él ya nada le importaba.

No hay comentarios: