En la convención de magos, niños y mayores se divierten con los trucos e ilusiones representados por los artistas. Cartas, conejos, varitas, bastones y polvos mágicos diversos consiguen encandilar al público presente. Antes de finalizar el espectáculo un último mago sale al escenario. De su chistera toma unos polvos mágicos que lanza hacia la grada y en un abrir y cerrar de ojos se vacía. ¡Hasta el propio mago ha desaparecido! Nadie ha podido preguntarle cómo lo ha hecho y ninguno de los asistentes ha aparecido para contarlo dos días después.
Sobre el autor: David Moreno
1 comentario:
Hola, David.
Muy lindo tu cuento, más aún cuando se usaron pocas palabras. Mis deseos de éxitos.
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