"Lamentamos anunciar que el servicio está interrumpido. Accidente en las vías", dice una, dos, tres, siete, incontables veces la misma isócrona voz.
Algunos suben por las escaleras mecánicas; otros se arremolinan como si quisieran soplar para remover el cuerpo que está en una estación indefinida.
Quitan el cuerpo. Entonces me doy cuenta de que hay cientos de hombres y mujeres en los túneles. Dentro de un momento se va a restablecer el servicio. Ya no será (al menos por hoy) el crujir de huesos bajo las ruedas; ya no será (al menos por hoy) la carne mutilada.
Los vagones pasan a través de nosotros… O nosotros pasamos a través de los vagones. Es igual. Buscamos una salida hacia alguna forma de luz, pero ya es irremediable.
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Cristian Mitelman
1 comentario:
Muy buen cuento. Felicitaciones, Cristian.
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