El entraba, yo salía.
Cuando el entraba, salía y cuando yo salía, entraba.
De tanto el, entrar saliendo y yo, salir entrando.
No nos fuimos encontrando, el por estar saliendo y yo por estar entrando.
Entonces fuimos probando para tratar de encontrarnos.
De salir cuando salíamos y de entrar cuando entrábamos.
Pero igual fue imposible, por una cuestión de espacio.
Para el entrar era afuera y para mi salir era adentro.
Y así, saliendoentrando y entrandosaliendo, se nos fue escapando tiempo.
Y no nos encontramos, el entrando yo saliendo, dentro del mismo espacio.
Pero jamás nos cruzamos y continuamos; el saliendo y yo entrando…
Acerca de la autora:
Paula Duncan
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