No sabía con certeza dónde había dejado todos mis recuerdos. Saqué todas las
gavetas de mi habitación, levanté el polvo, corrí los muebles, rompí los pisos,
escarbé entre mi ropa vieja, busqué por todos los rincones de la casa. Por un
momento pensé que los había dejado colgando en el tendedero, pero luego descarté
la idea por simple intuición. Aún me quedaba la vaga reminiscencia de tu número
telefónico y lo marqué con un poco de dificultad. En el momento que te pedí que
vinieras, no advertí del error. Te vi y lo supe inmediatamente. Todos se habían
ido contigo.
Tomado del blog:
Los Cuentitos
Sobre el autor:
Esteban Dublin
1 comentario:
Me encanto! Romántico y tan real.
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