—En una catacumba olvidada de Praga encontraron miel de tres mil años de fabricada, guardada en un recipiente de plata apenas dañado por el óxido.
—Caramba. Eso parece interesante, profesor.
—Ciertamente. Y lo que es mejor, el arqueólogo lo consultó con una bióloga que hizo el análisis bacteriológico y la encontró sin trazas de bioma nocivo.
—¡Perfecto, genial! El antibiótico universal.
—Estaba dedicado a una diosa, así que las patas de insecto encontradas eran totalmente extemporáneas.
—¡Cielos, insectos!
—No eran patas de abejas, sino de escarabajos.
—O algo peor.
—Buscaron en las proximidades y encontraron un escarabajo monstruoso.
—¡Aj!
—Era Gregor Samsa.
—¿Está muerto?
—Sí; por supuesto. Muerto; claro.
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Héctor Ranea
1 comentario:
Desconcertado con lo que acabo de leer. Ayer fui a mezclar copos de maíz con miel y encontré patitas de insecto. ¿Serán...?
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