…Sin embargo, la máquina, la única con vida sobre el planeta, lamentablemente decidió volver atrás, muy atrás. Cogió un puñado de polvo y otro poco de aceites cósmicos, hizo un amasijo, creó figurines con él y sopló. Luego, decidió ser Dios.
Publicado originalmente en Plesiosaurio. Primera revista de ficción breve peruana. Año IV, nº 4, vol. 2, diciembre de 2011.
Sobre el autor:
Jorge Ramos Cabezas
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