Prisioneros de su esfera se enamoraron entre sí: Teresa de Álvaro, Álvaro de Lucía, Lucía de Teresa. La esfera se convirtió en un círculo vicioso de amores imposibles y de tic-tacs desesperados. Teresa sólo cruzaba con Álvaro incompletos te quieros de un segundo, sin ni siquiera reparar en el amor de Lucía siempre la estaba esperando al tiempo que rechazaba delicadamente a Álvaro. Sus caminos circulares cruzaban encuentros y despedidas inevitablemente y parecían condenados a un adiós concéntrico e inacabable. Hasta que se acabaron las pilas.
Sobre la autora:
Isabel María González
3 comentarios:
Maravilloso relato de Isabel.
Magistral en sus letras y su vida.
Felicitación y abrazo cariñoso desde un remoto norte de California.
¡Hermoso!
Muy original!!!Felicitaciones!
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